Dicen los expertos que el pasado más cercano es un recuerdo gozoso ante la sospecha creciente de que somos la última generación puramente humana. «El amor en la era del big data» libro del autor Rodrigo Garrido Paniagua. El amor en la era del big data es un poemario vibrante, lleno de imágenes impactantes y una inapelable actualidad. Si la incertidumbre y el desasosiego pueden engendrar este libro, a lo mejor el futuro sí vale la pena.
¿Hay espacio para el amor a pesar de este tiempo acostumbrado a la desesperanza?, nos pregunto. La lectura de este libro me llevo a reflexionar sobre la el algoritmo en el amor y las APP más conocidas.
El algoritmo del amor
Sabias que Tinder, es la aplicación para ligar más popular del mundo. Con ochocientos millones de facturación en su facturación anual. Tiene presencia en más de ciento noventa países. Cada día, se producen dos mil millones de matches en Tinder.
Cuando te inscribes en un sitio de citas se muestran varias personas que según su algoritmo son compatibles.
El algoritmo ordena a los usuarios según qué tan «deseables» son y para ello consideran la cantidad de veces que alguien deslizó su dedo a la derecha sobre tu perfil y lo completo que es, otros aspectos como la cercanía geográfica y amigos en común.
La periodista francesa Judith Duportail, en su libro en el cual explica su experiencia experimental en el mundo digital según el verso de Lope de Vega “esto es amor, quien lo probó lo sabe”. Y el sabor para ella fue agridulce. También cita a Gabriel García Márquez en Memoria de mis putas tristes: “El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor”.
Hoy día nos fiamos más del algoritmo de las aplicaciones que de nuestras feromonas. Muchas personas prefieren creer que el algoritmo es tan sabio y sabe tanto de nosotros que no importan nuestros sentimientos. Así que mucha gente prefiere probar aventuras dirigidas por máquinas. Hasta aquí hemos llegado y lo damos por buenas.
Las maquinas ya no solo nos facilitan tareas arduas si no que también nos planifican la vida en algo tan importante como encontrar a nuestra pareja.
Respeto la inteligencia artificial pero sobre este tema tengo tengo muchas dudas, ¿Un algoritmo puede tener
sentimientos?
Esa empatía artificial la han fabricado según las decisiones a golpe de clic de unas cuantas personas… Me pregunto si cada decisión y proceso lógico de medición puede aplicarse en el amor.
Según los científicos, cuando nos enamoramos pesa mucho el compartir experiencias similares, el haber pasado por las mismas cosas, el tener gustos y valores semejantes. Es un buen modo de elegir un compañero/a para nuestra vida donde todos esos aspectos nos hacen más fácil y apasionante la existencia.
Los robots con modelos matemáticos sobre el sentimiento del amor son modelos interdisciplinarios en el que confluyen las matemáticas, la informática, la neurociencia, la ciencia cognitiva y la psicología.
Según los expertos, también el amor con robots será una realidad.
Video big data y el amor